domingo, 24 de enero de 2016

¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO PARA LOS NIÑOS?

Máyuri Castillo

Egresada del Instituto Pedagógico de Caracas en el área de Castellano y Literatura (1997). Actualmente cursa estudios de la Maestría de Lingüística (UPEL-IPC). Profesora de pre-grado en IPC (2002) e Instituto Pedagógico de Miranda J. M. Siso Martínez (2004). Se desempeña como profesora de la III Etapa de la Educación Básica y Ciclo Diversificado. 
Correo electrónicomayuricastillo@hotmail.com

RESUMEN

Esta investigación, de carácter introductorio, aborda la definición de pensamiento que poseen los niños de 8 y 11 años aproximadamente, con la aplicación del método clínico elaborado por Jean Piaget, el cual utilizó como técnica para la recolección de datos, un cuestionario con preguntas que buscan indagar su concepción en el mundo infantil. Las respuestas se analizaron a través de cinco categorías contempladas en el método: (sic) no importaquismo, fabulación, creencias sugeridas, creencias disparatadas y creencias espontáneas. Los resultados arrojaron que el niño, al llegar a los 12 años, parece moverse en dos planos: el externo y el interno; en esta etapa el niño crea, razona y busca la lógica de su pensamiento cuando expresa lingüísticamente (superando el sí y el no) que con éste puede reflexionar, imaginar, crear, concentrarse. No obstante, los tipos de respuestas limitan cualquier investigación, pues, a veces, resulta difícil distinguir una categoría de otra. En general, el pensamiento para los niños parece ser algo que está asociado a procesos fisiológicos como el cerrar los ojos y tapar los oídos cuando se quiere lograr una máxima concentración.

Palabras clave: pensamiento; niños.

WHAT IS THINKING FOR CHILDREN?

ABSTRACT

The definition of thinking has been the subject of different researches. This work approaches such notion through the application of the clinical method by Jean Piaget, using as technique a questionnaire that asks about it in children between the ages of 8 to 11 years approximately. The answers were studied across the five categories of the method: not caring, fabling, suggested believes, foolish believes and spontaneous believes. The results told us that when a child arrives to his/her eleventh year seems to move in two levels: the external and the internal. In this stage the child creates, reasons and looks for the logic of his/her thinking when expressing linguistically –overcoming yes and no- and with it, examines, imagines, creates, and concentrates. We must be aware; however, that sometimes it is difficult to differentiate one category of answers from others, which in turn limits the research. It can be said that thinking is for children like an inner voice in their heads that can be felt better after closing the eyes and tapping of the ears.

Key words: thinking; children.

Introducción
Esta investigación tiene como objetivo acercarse al concepto que manejan los niños en relación con el pensamiento. Para esto se aplicó el método clínico elaborado por Jean Piaget en su libro Representación del mundo infantil en el niño (1933). A tal efecto, se revisan los criterios que involucraron la elaboración del método, los basamentos teóricos que sustentaron las hipótesis con respecto a la formulación de las preguntas y la interpretación de las respuestas. Se sigue el mismo método de observación pura propuesto por el autor con las limitaciones que implica en este caso que sea un lingüista y no un psicólogo quien lo aplica. Los datos se obtuvieron mediante la realización de un cuestionario a 10 sujetos entre 8 y 12 años, cursantes de 3° y 7° grado. Se seleccionaron estas edades porque se encuentran en el inicio y el final de la conocida tercera etapa piagetiana del desarrollo psicológico del infante. En general, los resultados conseguidos indican que los niños, especialmente a partir de los 11 años, se acercan a una concepción sobre lo que es el pensamiento: saber hacer algo (-yo creo que pensar es saber antes de hacer algo, saber reflexionar bien lo que uno va a hacer y pensar algo.), saber reflexionar (-es cuando la persona, hace algo o sea piensa primero lo que va a hacer antes de hacerlo, antes de hablar, y esas cosas), sacar algo de la mente (pensar es sacar algo de la mente, inventar algo), algo que nos inquieta (-es cuando tenemos alguna pregunta o algo que nos inquieta y pensamos acerca de eso),algo (que ocurre) cuando recuerdas algo. En conclusión, en esta etapa los niños, principalmente los de 11 y 12 años, muestran, a través de los textos orales, ideas bastante precisas con relación a su concepción sobre el pensar las cuales están asociadas a las capacidades de reflexión y de imaginación. La ubicación que los niños precisan con relación al pensamiento (mente, cerebro) no dista de la noción científica.

Planteamiento del problema
El pensamiento es un concepto que parece ser comprendido por todos, pero su definición no se usa con propiedad, pues se relaciona unas veces con la conducta y otras para decir que los humanos son diferentes a los animales. Definirlo no es tarea fácil, mucho menos para los niños. Ellos, en las primeras etapas de su crecimiento, deben aprender una simbología para representar la realidad y, así, poco a poco, con la intervención del adulto, van creando y regulando su conocimiento. Esto no sólo resume su aprendizaje sino que constituye un proceso que involucra tanto al lenguaje como al pensamiento. No es sencillo penetrar en el mundo del niño ni en la formulación de los conceptos sobre las cosas y mucho menos sobre la definición de pensamiento, pues tal como lo expresa Rodríguez Bello (1992) "el niño anima las cosas por ignorar el psiquismo y renuncia a ello cuando descubre que es un ser pensante" (p. 59). Por ello, se busca a través de una serie de preguntas y contrapreguntas que el infante exteriorice a través del lenguaje las diferencias entre signo-cosa; interno-externo; materia-pensamiento, implícitas en conceptos como el pensamiento.

El desarrollo psicológico del niño
El desarrollo psicológico del niño y la relación con el pensamiento han sido estudiados por diferentes corrientes, desde los conductistas hasta los innatistas. En esta investigación se aborda el enfoque constructivista de Piaget, quien establece que tal desarrollo se encuentra dividido en cuatro fases.
La concepción psicogenética del desarrollo general de las estructuras cognoscitivas de Piaget no se refiere exclusivamente al aspecto lingüístico, sino que ha sido concebida en función de la simbolización (p. 81). Quiere decir que en ese proceso se involucra la repetición, la generalización y la integración estimuladas por el medio ambiente para representar la realidad a través de un significado/significante (Barrera y Fraca de Barrera, 1997). Los citados autores señalan que este proceso es sistemático, y permite a cada ser ir creando sus propios esquemas (p. 81). La construcción de esa capacidad se puede evidenciar en las cuatro etapas de Piaget y, como exponen los investigadores, se pueden generalizar de la siguiente manera:
La primera etapa es la sensorio-motriz (0-24) y se caracteriza por el perfeccionamiento y ciertas destrezas motoras y algunas emisiones de palabras (...); la segunda etapa (2-7 años) es donde se conceptualizan las acciones. Se simbolizan esquemas a través de las palabras con oraciones simples y complejas (...). La tercera etapa está marcada por la socialización, las reglas y la aprehensión de las palabras para cambian una situación (...). La cuarta es donde se crea el pensamiento hipotético y se propician relaciones en torno al lenguaje, el individuo se hace más consciente de su proceso (p. 82 y ss.)
Esta investigación se centra en la tercera etapa. El desarrollo psicológico del niño entre los siete y doce años, tal como lo expone Piaget (1986), marca un hito decisivo en su desarrollo mental (p. 61). Coincide con la edad escolar. Es decir, que esta fase estará definida también como la etapa de la socialización y la aprehensión de nuevos conocimientos. Por ello Piaget habla de un acercamiento a las operaciones racionales. Aquí se puede deducir que el niño entra en una etapa donde su mundo se va ampliando con la cantidad de información y, a su vez, va creando sus propias estrategias para irlo construyendo a través de razonamientos lógicos derivados de las actividades escolares y por la influencia de los adultos con quienes interactúa.

El concepto
La noción de concepto ha llevado, según Vigotsky (1962), a establecer relación con los diversos términos:
  • La definición, que resulta inadecuado, pues toma en cuenta solamente el producto ya acabado.
  • La abstracción que descuida la simbología.
  • La experimentación donde parte de la nada (sin conocimiento previo) y le siguen los cambios a través de un proceso intelectual.
  • La solución de problemas. (p. 83).
Por otra parte, Vigotsky (1962) expresa, siguiendo a Ach y Rimat, que "la formación del concepto es creativa y no es un proceso mecánico y pasivo; que un concepto surge y toma forma en el curso de una operación compleja dirigida hacia la solución de problemas" (p. 83). En este sentido, el investigador expone que la formación de nuevos conceptos está marcada por una fuerza reguladora, pero están involucradas además la imaginación y la suposición para enfrentarse a dificultades. Por lo tanto se puede afirmar que la formación del concepto siempre estará inmersa en las capacidades del individuo, pero que no son determinantes, pues el medio ambiente también debe proporcionarle nuevas situaciones para que éste sea estimulado y pueda ser capaz de enfrentarse a nuevas realidades y situaciones.
En este mismo orden de ideas, los escritores Mussen, Conger y Kagan (1991), sostienen que un concepto representa un conjunto común de atributos descubribles entre un grupo de esquemas o símbolos (p. 236). Ellos señalan que para que un concepto represente una cualidad o un conjunto de cualidades deben considerarse varias etapas. Estas son: por validez (cuando el concepto se asemeja al de otros niños); por status (cuando es más estable en el tiempo) y por accesibilidad (cuando se dispone de él y pueda comunicarse a otros. (p. 236-237), en otras palabras, el concepto conocido a través de la simbología-palabra, recoge el producto de un proceso de experimentación, asimilación y generalización de realidades que cada día se diferencia y busca la aprobación del adulto, para jugar a ser más grande.
Por su parte, Sánchez (1999) afirma que el concepto le permite al ser humano "trascender lo concreto, lo particular, el aquí y el ahora; le permite simplificar la complejidad e infinidad de eventos en el medio ambiente y hacernos independientes" (p. 53). Esta escritora plantea la relación del concepto con la generalización de realidades y señala que el concepto se enriquece cuando se vincula con otros.

Pensamiento
Cuando el ser humano se enfrenta a situaciones donde tiene varias alternativas y debe escoger una de ellas, si selecciona la más apropiada se dice que es un ser inteligente. Este planteamiento está asociado con el concepto de pensamiento. Según Shardakov (1977), "el pensamiento es un proceso que se realiza de acuerdo con determinadas leyes y que encierra siempre un contenido. Como consecuencia de este proceso se obtienen determinados resultados bajo la forma de conceptos, conocimiento, obras, etc" (p. 19). Asimismo, Shardakov (op. cit.) sostiene que no es propio decir que el proceso de pensar está relacionado solamente con la maduración biológica, sino que actúan bajo ciertas reglas que están relacionadas con el análisis, la síntesis, las generalizaciones y las sistematizaciones, hasta convertirse en hábito. Esto quiere decir que el proceso del pensar deber ser una constante renovación de realidades ya aprehendidas.
Es muy difícil separar el pensamiento del lenguaje y de la palabra, pues como expone Piaget (1967): "el lenguaje es la fuente del pensamiento (...) y la fuente del pensamiento debe buscarse en la función simbólica". (p. 128). Sin embargo, Vigotsky (1962) afirma que el pensamiento no se expresa simplemente con palabras, existe a través de ellas. Todo pensamiento tiende a conectar una cosa con otra, a establecer relaciones, se mueve, se crece y se desarrolla, realiza una función, resuelve un problema (p. 166).
También Rubistein (1979) coincide con Vigotsky cuando afirma que junto con "el recíproco enlace entre el pensamiento y el lenguaje, entre el pensamiento y la lengua (o el idioma) aparece el de la dinámica misma del proceso mental" (p. 142). En otras palabras, el pensamiento ya se toma en el plano funcional (de qué modo procede el pensamiento ya formado y el papel en el idioma y el lenguaje) y el genético (el condicionamiento que pueda dar la lengua y el lenguaje en el desarrollo del pensar). Otras de las particularidades del pensamiento son las de formalidad y grado combinatorio. Así lo señala Piaget (1984) cuando expone que el primer resultado de esa especie de separación del pensamiento con relación a los objetos es liberar las relaciones y la relación de los vínculos concretos o instintivos. (p. 313). Además expresa que es de primordial importancia en la extensión y el refuerzo de los poderes del pensamiento porque, apenas constituidos, permite combinar, entre sí, objetos e incluso ideas o proposiciones (p. 334).
Por otra parte, para describir el mecanismo funcional del pensamiento biológico auténtico, Piaget (2000) resuelve que bastará desde esa perspectiva separar las invariantes comunes a todo las estructuraciones de que es capaz la vida, lo que se hace traducir en términos de la adaptación que persigue la inteligencia práctica en sus conocimientos (p. 14 y ss). Es decir, que es la relación fundamental propia al conocimiento mismo, es la relación del pensamiento y de las cosas.
De modo que, en líneas generales, se puede decir que el pensamiento es un término muy complejo, intrínsecamente relacionado con la representación simbólica, eventos, objetos presentes en la realidad, que actúan como entes reguladores, consciente o inconscientemente, de las conductas.

Criterios de Piaget para la elaboración del cuestionario
Para la elaboración del instrumento que busca indagar en el pensamiento del niño, Piaget (1980), hace varias observaciones a cerca de los métodos que la Psicología ha utilizado para aplicar su test. Plantea que en éstos siempre hay preguntas idénticas y escalas cuantitativas y cualitativas, por lo tanto, son insuficientes para el análisis, pues se obtienen resultados brutos e inutilizables para teorizar (pp. 12 y 13). De acuerdo con esta visión formula un cuestionario con preguntas variadas donde el individuo se puede expresar libremente (p. 14).
Piaget (1980), señala que el método más apropiado es el de observación pura, donde se partirá de preguntas espontáneas que deben plantearse como lo hace un niño (p. 15). Este investigador expresa que no se puede saber lo que un niño piensa totalmente con un test. Con respecto al examinador dice que debe, en efecto, reunir dos cualidades con frecuencia incompatibles: saber observar, es decir, dejar hablar al niño, no agotar nada, no desviar nada y, al mismo tiempo, saber buscar algo preciso (p. 17).
Por otra parte, Piaget (1980) habla sobre los sujetos y sus respuestas. Señala que éstas deben situarse en un contexto mental, pues pueden darse diversas situaciones como fatiga, esfuerzo, interés, creencias de juego, además, hay sujetos que inspiran confianza y hay otros de los que se tiene la sensación que se burlan del entrevistador (p. 18). Todo esto lo lleva a trazarse cinco respuestas en niños en el examen clínico. Las de no importaquismo (sic) o que podrían llamarse intespectivas porque la pregunta planteada disgusta al niño y contesta no importa qué sin hacer esfuerzo; las de fabulación (sic) o narrativa son cuando el niño, responde con cualquier historia en la que se supone que él no cree o que la narró por un impulso a responder algo; las creencias sugeridas (sic), que podrían llamarse respuestas dirigidas, se dan cuando el niño se esfuerza por responder al examinador, pues en este caso las preguntas están elaboradas en forma sugestiva para que el niño no acuda a ninguna reflexión; las de creencias disparatadas (sic) o reflexivas son aquellas que el niño contesta con reflexión extrayendo su respuesta de su propio fondo, sin sugestión; aunque está influenciada por el interrogatorio, el niño busca sistematizar sus conocimientos; las de creencias espontáneas (sic) o respuestas espontáneas, generalmente conectadas con el  o el no, que dan los niños sin necesidad de razonar y son frutos de una reflexión anterior y original (p. 19 y ss).
Piaget (1980), señala que el método para indagar en el concepto de pensamiento en el niño consiste en preguntarle sobre lo que le rodea; la hipótesis consiste en admitir que el infante inventa la solución. Por su parte, el investigador debe tener un control severo, en la manera cómo hace la pregunta e interpreta los resultados. En sí, el procedimiento señalado se basa en la observación pura, otorgando un valor muy importante al contexto de las respuestas dadas por los niños y al espíritu que los impulsa a inventar cuando no se tiene el conocimiento sobre lo que se le está preguntando.

Metodología
Toda investigación busca indagar, describir, analizar problemas, por lo tanto, bajo esta perspectiva, este trabajo se puede considerar como una investigación de campo, pues los datos de interés son recogidos de la realidad. La muestra estuvo conformada por diez sujetos: (5 entre 8 y 11 meses- 2 hembras y 3 varones) y 5 (de 11 años hasta los 12 y 0 mes -3 hembras y 2 varones), cursantes del tercero y séptimo grado, respectivamente, del Colegio "Alejandro de Humboldt" de Guatire (Estado Miranda). La selección de los escolares de estas edades obedece a que se encuentran en la conocida tercera etapa piagetiana (al inicio y culminación de ella). Los primeros se denominarán de ahora en adelante como Población A y los segundos como Población B. Aunque se acota el sexo de los sujetos no se consideró variable de este estudio y tampoco es un trabajo comparativo.
La técnica consiste en hacer una serie de preguntas referidas al concepto de pensamiento manejado por los niños. En la investigación solamente se realizaron 12 preguntas y se refieren al concepto de pensar y a la ubicación del pensamiento. Vale la pena destacar que Piaget explica que se debe indagar en las respuestas varias veces en la misma sesión y que ningún niño debe comunicarse con otro. Para la recolección de los datos se utilizaron entrevistas en las cuales se propició un clima de confianza entre el sujeto y el entrevistador ya que se empleó una grabadora de cinta magnetofónica y la toma de notas.

Análisis de los resultados
Los datos que se presentan a continuación se encuentran divididos en dos grupos: Población A (Muestras 1, 2, 3, 4 y 5) y la Población B (Muestras 6, 7, 8, 9 y 10) (ver anexos 1 y 2, respectivamente). Aunque este trabajo no se basa en un estudio comparativo, se servirá de estos datos para el análisis de los resultados y con ellos una aproximación al concepto de pensamiento en la tercera etapa piagetiana. A continuación se exponen en forma generalizada las respuestas manejadas por los niños y el análisis de acuerdo con los planteamientos derivados de los estudios hechos por Jean Piaget. En cuanto a la interpretación de las respuestas dadas por los niños, supone una dificultad, pues muchas veces en los resultados del interrogatorio no se puede dilucidar si información suministrada es original o está influenciada por los adultos. No obstante, el método de observación planteado por Piaget permite clasificar las respuestas entre las de no importaquismo, las de fabulación, la de creencia sugerida, la creencia disparatada y las de creencia espontánea. Con estas acotaciones se expone la información obtenida con las 12 preguntas referidas al pensamiento.
1. ¿Sabes lo qué es pensar?
Un niño admitió no saberlo (muestra 5. Ver cuadro 1). Sin embargo, a pesar de que las respuestas fueron afirmativas, se observó cierta vacilación cuando un informante retoma la pregunta. En las primeras se podría decir que el niño ha hecho uso de la creencia sugerida cuando por simple impulso verbal responde al examinador, mientras que cuando se retoma la pregunta ¿pensar?, el niño hace un intento por reflexionar, entonces se está en presencia de una creencia disparatada. En general, prevalece la creencia espontánea: sí.
2. ¿Qué es pensar?
Los sujetos de la Población A y B (Muestras 1, 2, 6, 7 y 9) lo relacionaron con el saber, con la solución de problemas, con el preguntar, con el inquietarse, con la reflexión y con la imaginación. Un niño (Muestra 10) lo asoció a los recuerdos. Solamente dos niños admiten no saber qué es pensar (Muestra 3 y 5), sin embargo el primero en la pregunta anterior había aceptado que sí lo sabía. Ahora bien, en todas las respuestas obtenidas entra en juego la capacidad lingüística de los entrevistados y aunque, en algunas respuestas los dos grupos coinciden, son los sujetos de la Población B quienes demuestran un grado más de comprensión con respecto al concepto de pensar. Los sujetos de este grupo lo explican a través de textos de los cuales se puede inferir su relación con otros conceptos tales como, reflexionar, inventar, recordar, preguntar. Además hasta podría especularse que cuando los niños dan respuestas, como éstas: -yo creo que pensar es saber algo antes de hacer algo, saber reflexionar bien lo que uno va hacer y pensar algo (Muestra 6), -es cuando la persona, hace algo o sea piensa primero lo que va a hacer antes de hacerlo antes de hablar y esas cosas (Muestra 7), separan el acto de pensar en dos aspectos: el abstracto cuando estudia una o varias alternativas antes de hacer algo, y el concreto que es la ejecución de algo previamente pensado.
3. ¿Piensa en tu casa? ¿Con qué piensas?
Las respuestas obtenidas: se piensa con la cabeza, con la mente y con el cerebro, sólo uno (muestra 10) dijo que con su memoria. Aquí se presenta la creencia espontánea, aunque la pregunta formulada puede ser nueva para los sujetos, es lo que han escuchado del adulto y pertenece a la cotidianidad del sujeto y a las expresiones diarias, tales como: ‘utiliza la cabeza’, ‘me va explotar el cerebro’, ‘cerebrito’..., entonces para los niños, pensar implica una reflexión y hacer un esfuerzo con su cabeza, con su cerebro...
4. ¿Puedes pensar con la boca cerrada?
En la Población A todos asintieron que sí y en la B, únicamente los sujetos de la muestra 6 y 7 dijeron que no. Aquí se puede afirmar que se está en presencia de una creencia sugerida, pues se observa que hubo reflexión cuando el tiempo para fundar la respuesta fue más con respecto a las anteriores. .
5. ¿Puedes pensar con los ojos cerrados?
De los diez informantes, ocho admitieron que sí, uno (Muestra 3) expresó que no era posible y otro (Muestra 8) dijo que tal vez se podía pensar. Se observa una homogeneidad en todas las respuestas y una dicotomía para clasificarlas en creencias espontáneas o sugeridas. Se considera del primer tipo porque pensar con los ojos cerrados es una conducta anterior adoptada o propiciada por el adulto, y sugerida porque la pregunta al parecer está elaborada para que los sujetos no reflexionen ya que la pregunta anterior se refiere al pensar con la boca cerrada y ésta, con los ojos cerrados, predispone al sujeto a dar el mismo tipo respuesta: sí y no de la número 4.
6. ¿Por qué piensas con los ojos cerrados?
Estas respuestas son variadas, el Nº 1 argumentó que lo hacía por gusto, el Nº 2, por relajarse, el Nº 3 afirmó que no se podía, el Nº 7 expresó que de esa manera no se piensa y el Nº 10 que es necesario que se tengan los ojos cerrados o abiertos para pensar. Los demás sostuvieron que lo hacían por concentración. Las respuestas dadas por los escolares son espontáneas porque no fuerzan al individuo a razonar. Son expresiones en su mayoría de las afirmaciones sobre la concentración y relación intrínseca con el cerrar los ojos. Sólo un sujeto (Nº 10 de la Población B) ya se enmarca en las respuestas espontáneas, pues posee la capacidad de responder con picardía, con madurez y con creatividad. También se puede observar que otro sujeto (N° 6) explica que cierra los ojos porque puede imaginarse mejor las cosas. Todo ello quiere decir que para un niño pensar es un acto interno y que cerrar los ojos le permite volar a ese mundo que está adentro, y de este modo cruzar el límite entre lo real y lo abstracto.
7. ¿Puedes pensar con las orejas tapadas?
La manera como se vienen planteando las preguntas hace que los sujetos se fastidien o se aburran por ello pueden dar respuestas sin reflexión. Con respecto a este planteamiento seis sujetos (Muestra 1, 2, 7, 9 y 10) expresaron afirmativamente y los demás negativamente. Aquí las expresiones de los escolares han sido influenciadas por el investigador y son de creencia espontánea porque se encuentra muy ligada a la pregunta anterior y el niño no tuvo que hacer ningún esfuerzo para responder.
8. ¿Un perro puede pensar?
En cuanto a esta pregunta, el N° 8 y el 9 dijeron que No, el N° 2, 3,4,5 y 7 admitieron que Sí y el N° 6 y 10 dijeron no saber. En estas respuestas se dan dos tendencias, las respuestas sugeridas que admiten que el perro puede pensar, no recurren a su propia reflexión, es lo que el niño ha escuchado en su edad de 8 a 9 años, los animales piensan como él. Ya los del segundo grupo (Población B- mayores de 11 años) están en una época escolar donde el conocimiento científico intenta desplazar el mundo infantil. Aunque algunas respuestas de los niños vienen dadas desde un punto de vista biológico y las otras literarias, ambas son creencias sugeridas y se observa que aunque el niño se encuentra en la tercera etapa todavía está inmerso en el mundo fabulado. Para los niños todo lo que tenga movimiento puede pensar.
9. ¿Dónde está el pensamiento?
Todas las respuestas están asociadas a la mente, al cerebro, a la cabeza. Se ubican en la creencia espontánea puesto que el niño no tiene necesidad de razonar, es lo ha escuchado.
10. ¿Si te abro la cabeza veo el pensamiento?
Todos admitieron que no, lo que varía son los argumentos. El N° 6 dijo: eso no lo puede ver nadie, sino uno mismo. El N° 7 retoma la pregunta y reflexiona, luego admitir que no sabe, el N° 8: sostiene que no porque eso está en su corazón. Las tres primeras respuestas son de creencias disparatadas y los sujetos relacionan al pensamiento con algo abstracto que está ahí, pero que no se puede tocar, las respuestas son originales, no están influenciadas ni por el examinador ni por el adulto porque lo más probable es que sea la primera vez que se hayan planteado está pregunta. La última respuesta es disparatada, evidentemente el niño que asocia el pensamiento con el corazón se debe a que por lo general se dice que me dolió, siento un vació en el corazón, es decir, que el corazón siente...
11. ¿Puedes tocar el pensamiento?
Todos señalaron que no se puede. Sólo uno (Muestra 4) señaló que se podía cuando se pensaba. Esta respuesta es de creencia disparatada (sic) porque el sujeto trata de dar una explicación a su saber. Los que dijeron que no, están enmarcados en la creencia espontánea. Ya el niño, a pesar de su corta edad, maneja la abstracción, siente que el pensamiento no se puede tocar porque es como una voz que está en el interior del cerebro. El pensamiento es para el niño algo no tangible.
12. ¿Puedes sentir el pensamiento?
En lo que se refiere a sentir el pensamiento, ocho dijeron que sí y dos que no. Aunque sean una afirmativas y las otras negativas ambas son de creencias sugeridas: vienen dadas por el examinador quien anteriormente les preguntó que si podían tocar el pensamiento. Una de las dificultades que trae este tipo de pregunta es el empleo del verbo sentir, ya que el niño lo puede asociar con una voz o con el movimiento.
Pero en conclusión, cuál es el concepto de pensamiento que manejan los niños de 8 y 12 años. Los sujetos estudiados lo vinculan con la solución de problemas, con la imaginación y los recuerdos. Esta concepción no dista mucho de la noción científica, pues ya ha consolidado un proceso que se da en la tercera etapa planteada por Piaget y donde se afianza la resolución de problemas tal como lo expresa Vigotsky (1962), Shardakov (1977) y Sánchez (1999). Por otra parte, los sujetos afirman que el pensamiento se localiza en la cabeza-cerebro. Estas respuestas las explica Piaget (1980) cuando refiere que aún el niño no ha dominado el problema de lo interno y lo externo (p. 52). Es decir, que para ellos el pensamiento sigue siendo una voz, pues a veces se necesita tener las orejas descubiertas y tener la boca abierta para pensar. En esta investigación se presentan diferencias notables tanto en las respuestas de la población A y como en la B, lo cual revela que el escolar ha completado en parte la formación de conceptos, ya ha modificado y transformado el conocimiento, el segundo grupo, como producto ya de las operaciones racionales propias de su edad busca dar explicaciones a sus respuestas.
La población seleccionada para este trabajo de investigación se encuentra en la etapa de las operaciones concretas. Ya en esta fase, donde el niño ha dejado de pensar que el mundo se ve sólo a través de sus ojos y que todos tienen las mismas experiencias que él, ya no se refiere a objetos que están presentes aquí y ahora. Esto lleva a concluir que ningún estadio se puede saltar, pero pueden darse diferencias considerables entre las edades de cada estadio, hasta podría decirse que va influenciado por el ambiente que rodea al niño. No obstante, cuando el niño cierra los ojos para pensar, ya no está buscando los nombres de las cosas en el mundo exterior y marca la diferencia entre el signo-objeto y está también dando paso al concepto de pensamiento como algo inmaterial-abstracto que se expresa a través de los conceptos.
Vale la pena destacar que en esta etapa (7-12 años), tal como lo señala Sánchez (1999), el niño completa su formación de conceptos al manejar la comprensión y la extensión de clases y las relaciones de inclusión, aspectos estos que conllevan a una mayor ‘movilidad’ para la organización, modificación y transformación del conocimiento (p. 61)

Conclusiones y recomendaciones
Los resultados más resaltantes de esta investigación pueden condensarse de la siguiente manera:
La noción de pensamiento que manejan los niños depende de la forma como conciben la realidad y sigue siendo hasta hoy en día un concepto científico, objeto de investigación y teorización. Aunque muchas veces las respuestas de los dos grupos coincidan, el pensamiento según, los datos analizados, es una voz que está dentro de nosotros. Por ello podemos pensar con los ojos y la boca cerrada.
En cuanto al mundo infantil, los niños van abandonando sus creencias para entrar en otro mundo, en el del adulto, relacionando el concepto de pensamiento con la madurez biológica, incluyendo, por supuesto, la conducta a la hora de solucionar problemas.
La formación de los conceptos que trae el niño con el tiempo pasa de una simple definición aprendida por repetición del adulto a una reflexiva y por último, a la un concepto ‘espontáneo’, pues lo relaciona con otro y le da aplicabilidad en. Sin embargo, debe atenderse que el concepto, como lo señala Vigotsky parte de la nada y pasa por varias etapas. Es la sociedad quien le va a dar el grado de validez y luego el niño lo va asimilando como un conjunto de características que se resumen en una palabra.
En cuanto a la naturaleza del pensamiento en los niños puede decirse que es una constante toma de decisiones. Los niños cuando dudaban de la respuesta de alguna pregunta, la retomaban. Ello significa que antes de dar una respuesta se dan una serie de acciones implícitas antes de que la persona ejecute el acto, la reflexión.
Sobre la aplicación del instrumento diseñado por Piaget, la clasificación de las respuestas representa un obstáculo, pues una respuesta sugerida puede parecerse a una disparatada. Además podrían dividirse por etapas, en la tercera y hasta en la cuarta pueden no presentarse respuestas del tipo no importaquismo ni fabulación. También hay preguntas que incitan al individuo a dar respuestas sin explicaciones, sin ramificaciones que permitan al investigador explorar en el mundo interno del niño.
Además, debe hacerse un estudio previo de las formas como el niño generaliza una serie de características para expresarlas en una sola palabra. También establecer cuáles de las respuestas dadas son más susceptibles a los cambios, cuándo son producto de la experimentación o cuándo las inventa el sujeto. Tomar como variables el estatus social, la región geográfica, su conocimiento del mundo y el nivel académico del informante.

Referencias
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3. Piaget, J. (1980). La representación del mundo infantil del niño. Madrid: Editorial Morata.        [ Links ]
4. Piaget, J. (1984). Psicología del niño. Madrid: Ediciones Morata.        [ Links ]
5. Piaget, J. (1986). Seis estudios de la psicología. España: Editorial Arial.        [ Links ]
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8. Rubistein, S. L. (1976). Desarrollo de la psicología. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.        [ Links ]
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10. Shardakov, M. N. (1977). Desarrollo del pensamiento escolar. México: Grijalbo        [ Links ]
11. Vigotsky, L. (1962). Pensamiento y el Lenguaje. Buenos Aires: Editorial La Pléyade.        [ Links ]


Anexo
Cuadro N° 1. Población A


SEXO- AÑOS Y MESES
M: 8años y 9 meses
M: 8 años y 8 meses
M: 8 años y 7 meses
F: 8 años y 11meses
F: 8 años y 9 meses
Cuestionario
Muestra1
Muestra 2
Muestra 3
Muestra 4
Muestra 5
1. ¿Sabes lo que es pensar?
Sí, pensar es que...
Pensar, es pensar es, es como imaginarse algo
¿Pensar? No.
2. ¿Qué es pensar?
Pensar, es esto para saber algo y cuándo no sepas que hacer piensas
Es como responder una pregunta
Pensar es cuando uno, cuando, no sé
Pensar, es imaginarse cosas bonitas
¡Pensar! ¡Ay! No sé vale, no sé
3. Piensa en tu casa. ¿Con qué piensas?
Con la cabeza
Con la mente
Con el cerebro
Con el cerebro
Con el cerebro
4. ¿Puedes pensar con la boca cerrada?
5. ¿Puedes pensar con los ojos cerrados
No, porque no puedes
Sí.
6. ¿Por qué piensas con los ojos cerrados?
Me gusta
Porque es para relajarme
No, no puedo
Porque pienso que es mejor, que es más tranquilo
Para no desconcentrarme
7. ¿Puedes pensar con las orejas tapadas ¿
No.
No.
No.
8. ¿Un perro puede pensar?
No.
Sí.
Sí.
9.¿Dónde está el pensamiento?
En el cerebro, en la cabeza
En la mente
En el cerebro.
En la cabeza
En los cerebros
10. ¿Si te abro la cabeza veo el pensamiento?
No
No.
Creo que no.
No.
No.
11. ¿Puedes tocar el pensamiento?
No
No.
No.
Cuando pienso.
No.
12. ¿Puedes sentir el pensamiento?
No.
No.
Sí.






Cuadro N° 2. Población B

Femenino (F)
Masculino (M)
F: 11 años y 6 meses
F: 11años y 10 meses
M: 12 años y 0 mes
F: 11 años y 10 meses
M: 12 años y 0 mes
Preguntas
Muestra 6
Muestra 7
Muestra 8
Muestra 9
Muestra 10
1. ¿Sabes lo que es pensar?
Este, sí
¿Pensar? Sí
2. ¿Qué es pensar?
Yo creo que pensar es saber antes de hacer algo, saber reflexionar bien lo que uno va hacer y pensar algo.
Es cuando la persona, hace algo o sea piensa primero lo que va hacer antes de hacerlo, antes de hablar, y esas cosas.
Es sacar algo de la mente, inventar algo.
Es cuando tenemos alguna pregunta o algo que nos inquieta y pensamos acerca de eso
Sí. Cuando piensas algo en tu mente, es cuando recuerdas algo.
3. Piensa en tu casa. ¿Con qué piensas?
Con el cerebro
Con el cerebro
Con el cerebro
Con el cerebro
Con la mente
4. ¿Puedes pensar con la boca cerrada?
A veces, no mucho
No.
Sí.
5. ¿Puedes pensar con los ojos cerrados
Sí, pienso mejor
No.
Tal vez
Sí.
6. ¿Por qué piensas con los ojos cerrados?
Porque cuando tengo los ojos cerrados me imagino más lo que voy hacer
No sé, porque a veces cierro los ojos, pero no pienso, no me gusta así.
Así me concentro más.
Porque no implica que tenga los ojos abiertos o cerrados para pensar.
Para imaginarme las cosas
7. ¿Puedes pensar con las orejas tapadas?
No.
Sí.
No.
Sí.
Sí.
8. ¿Un perro puede pensar?
No sé.
Sí. (fue muy rápida en responder)
Puede ser
No.
No sé.
9. ¿Dónde está el pensamiento?
En la mente.
En el cerebro
En la cabeza
En el cerebro
En la mente, en la memoria.
10. ¿Si te abro la cabeza veo el pensamiento?
No, yo creo que la única que ve el pensamiento es uno mismo.
¿Si me abres la cabeza veo el pensamiento? No, yo creo que no, no sé.
No, eso está en mi corazón.
No.
No.
11. ¿Puedes tocar el pensamiento?
No.
No, tocarme aquí (señala la sien), sí pero.
No.
No.
No.
12. ¿Puedes sentir el pensamiento?
Sí.
Tal vez
Sí.


Máyuri Castillo
UPEL-IPC

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