viernes, 12 de abril de 2013

LAS HABILIDADES COGNITIVAS EN NIÑOS PREESCOLARES. UN ESTUDIO COMPARATIVO EN UN CONTEXTO DE POBREZA


En la lectura del artículo científico, que trata de la exposición del Test K-ABC realizado a niños de 3 a 5 años en la ciudad de Tucumán (Argentina), los expositores nos entregan datos importantes y concisos de la influencia del contexto socioeconómico y cultural, sobre las habilidades cognitivas de niños y niñas de escasos recursos, manejándolos desde dos perspectivas, mayor pobreza (mínima estabilidad económica y padres sin escolarización) y menor pobreza (Cierta estabilidad económica y padres escolarizados – primaria-), no solo viéndolo desde la parte de la adquisición de bienes, sino también desde la parte biológica, de escolaridad e interacción con pares y adultos.
Lo anterior, los lleva a desarrollar el Test K-ABC y con resultados indeterminados a totalidad, demuestran que no solo lo socioeconómico dificulta en el procesamiento, organización y reproducción de conocimientos, sino también la escolaridad de los padres, el contexto desde donde provienen, la alimentación, el ambiente y el debido acompañamiento de padres y madres en su proceso escolar.
La desnutrición juega un papel importante en la adquisición de habilidades cognitivas, que les servirán a los niños y niñas para el desenvolvimiento en la sociedad a futuro; ya que la desnutrición se da desde el primer año de vida en los infantes, por el proceso de destete y el inicio de consumo de alimentos normales que se presentan en su núcleo familiar, y en el cual  se muestra esta problemática (Desnutrición), pues por ser familias de escasos recursos, poca escolaridad y sin tener una estabilidad laborar y económica que respalde la adquisición de una adecuada alimentación, se verán directamente afectados los niños y niñas, y causaran limitantes frente a la adecuada recepción, organización y retención de conocimientos.
Así mismo, dejan claro que el debido acompañamiento, no solo de padres, madres o cuidadores a cargo de los infantes, ayudara a que se presente una conducta favorable al aprendizaje durante su crecimiento y maduración física, psicológica, social y afectiva. Como podíamos ver en artículos anteriores, el que el niño y la niña se vea inmerso en contextos poco favorecidos no hace alusión a que no puedan, o tengan capacidades, habilidades, motivación y gusto por aprender, conocer, organizar e interpretar lo que vive, o se le entrega, pues por sí mismos, y por necesidad de ser parte de una sociedad activa buscan los medios, o maneras de integrarse, interactuar y adaptarse a lo que tienen, para sí moldearlo y superarlo, en búsqueda de la satisfacción de sus necesidades; pero esto como lo hemos dicho anteriormente debe ser de mano de un acompañamiento constante de parte de padres, madres y/o cuidadores de estos infantes, pues la afectividad también juega un papel relevante en el proceso de escolaridad o adquisición de habilidades cognitivas.






Educación Emocional

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